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Huerto Urbano

Zanahorias

Época de siembra: Febrero – octubre. Variedades de todo el año.
Profundidad de siembra: 0,5 a 1 cm.
Marco de cultivo: 5-10 x 10-20 cm.
Observaciones: Siembra a voleo o en líneas.
Recolección: A los 4 – 5 meses
Exposición solar: Todas
Riego: Frecuente, regular.

La reina de las raíces cultivadas no puede faltar en nuestro huerto. Existen infinidad de variedades de múltiples formas, longitudes, grosores, colores y sabores. Conviene elegir las que mejor se desarrollan en cada estación e ir realizando siembras escalonadas a fin de disponer de zanahorias durante todo el año.

Tierra-abonado: la tierra de cultivo debe ser de preferencia franca, suelta, arenosa y fina. La presencia de piedras propicia zanahorias deformes y dificulta su cosecha. Se desarrolla bien en tierras profundas y ricas en humus, pero no tolera el compost o el estiércol frescos, porque provoca la nacencia de infinidad de raicillas laterales (barbas). Las zanahorias son poco exigentes en nutrientes y toleran mal el exceso de compost o de materia orgánica poco descompuesta, por lo que podemos cultivarlas con los restos muy descompuestos del compost de cultivos precedentes, o aportar de 1 a 2 kg de lombricompost por metro cuadrado. Lo ideal es sembrarlas en parcelas en las que por ejemplo se cultivaron lechugas u otras plantas de hoja.

Siembras: las semillas de zanahoria tienen una germinación lenta y precisan que la tierra esté atemperada, por lo que no conviene siembras muy tempranas (en zonas cálidas a partir de febrero y en las frías tal vez tengamos que esperar a abril).

Algunos agricultores recurren al pregerminado de las semillas, poniéndolas a remojo en agua 24-48 horas y dejándolas después entre dos capas de algodón húmedo, hasta que aparecen las puntitas blancas del germen.

Podemos sembrar en líneas (separadas de 10 a 20 cm) o a voleo, esparciendo la semilla sobre la tierra y removiendo ligeramente con las púas del rastrillo o con los dedos. De hecho, no conviene enterrarlas mucho, aunque esto suponga que en épocas secas tengamos que regar todas las mañanas y tardes (para evitar la deshidratación de la capa superior de la tierra) hasta que las plantitas tengan 1 o 2 cm.

Dado el tamaño tan pequeño que dificulta la precisión en las siembras a voleo, podemos mezclar las semillas (4 g para 10 m2) en arena fina o mantillo viejo y muy descompuesto y esparcir la mezcla uniformemente sobre la tierra y removiendo a continuación. Si depositamos una fina capa de mantillo sobre la zona de siembra, evitaremos que se haga una costra y facilitaremos la absorción de calor y la emergencia de las frágiles zanahorias.

Labores-mantenimiento: lo más engorroso de las zanahorias es que la siembra y germinación no posibilitan los acolchados de paja, y que al germinar tan lentamente suelen ser invadidas por multitud de hierba. Lo más práctico es realizar el pregerminado de las semillas y/o 1 a 2 “falsas siembras” o cubrir la tierra con una malla de sombreado oscura, cuya sombra frenará el germinado y nascencia de las hierbas, al tiempo que al ser negra calienta la tierra y propicia la germinación de las se-millas de zanahoria. A los 10 o 12 días -o a la semana, si realizamos pregerminacíón- retiraremos la malla y dejaremos desarrollar libremente las zanahorias, controlando manualmente las pocas hierbas que hayan brotado entre ellas.

El único cuidado del cultivo de zanahorias será vigilar los riegos regulares y las hierbas competidoras. Procurando realizar buenos aclareos cuando hayamos sembrado muy espeso, dejando de 3 a 8 cm entre plantitas (según variedad).

Si no lo hacemos o tardamos en aclarar, tendremos un montón de “microzanahorias” y aunque luego aclaremos ya no engrosarán, quedándose minúsculas hasta el espigado.

Las siembras en líneas separadas 15 a 20 cm permite el desherbado mecánico o con azada de ruedas.

En cuanto al riego, las zanahorias no toleran los calores excesivos, ni las sequías ni la deshidratación de la tierra, porque esto endurece sus raíces y si les damos un riego copioso después de un período de sed se agrietarán y tienden a montar a flor. Si se les endurece el corazón las zanahorias son incomibles.

Los posibles ataques de la mosca de la zanahoria -que agusana las raíces- son controlables cultivándolas asociadas con cebollas o con puerros entre líneas o cultivando cebollas en la periferia de los bancales. En algunas tierras con poca actividad biológica y niveles de humus y materia orgánica muy bajos las zanahorias se pueden infestar de nematodos, por lo cual deberemos respetar ciclos de rotación largos -mínimo 4 años- antes de volver a sembrar zanahorias en la misma parcela,