Los huertos urbanos escolares son cada vez más frecuentes en centros educativos, colegios e institutos para que los niños y niñas conozcan de la forma más natural posible los ciclos biológicos de las plantas y frutas y sepan la procedencia de las verduras que comen habitualmente. Cumplen una clara función didáctica y educativa como método de aprendizaje práctico y emocional. Pero este tipo de huerto no solo funciona con los más jóvenes. También hay centros y residencias de personas mayores que cultivan su propio huerto urbano como entretenimiento y saludable ejercicio físico y mental.

¿Cómo puedo organizar el huerto urbano de mi cole?
La tecnología y el aprendizaje práctico no siempre tienen que ver con pantallas digitales. Contar con un huerto escolar o jardín vertical en los colegios es una tendencia en educación que está en auge y está cogiendo fuerza en las aulas españolas. Esta tendencia en educación, que viene de países como EEUU, Dinamarca, Holanda, Alemania y Canadá, aporta a los alumnos y alumnas valores muy positivos.
Un laboratorio con vida propia en clase
Como cada vez estamos más desconectados de la naturaleza, los niños y niñas no saben cómo se cultivan los alimentos que comen cada día. Al estar en contacto directo con las plantas y todo el proceso de crecimiento, los estudiantes conectan de nuevo con la naturaleza, disfrutando de colores y olores naturales y vivos.
Hábitos de vida saludables
Los estudiantes necesitan una buena dieta para crecer, desarrollarse y tener toda la energía posible para aprender.
A través de intervenciones complementarias, como menús escolares saludables y educación sobre alimentación y nutrición, pueden mejorar sus dietas. También pueden desarrollar prácticas alimentarias más saludables con producto fresco y local, de km0.
Una manera práctica y divertida de aprender estos hábitos de vida saludable es contando con un huerto escolar o jardín vertical en su colegio. Así, no sólo aprenden todo el proceso de siembra de semillas y cosecha de los alimentos, sino que pueden consumirlos después.
¡Trabajar el huerto da frutos, y estos frutos se pueden tocar, oler y saborear!
Crea espacios verdes en cualquier parte del centro, exterior o interior