Saltar al contenido
Huerto Urbano

El cultivo: ¿semillas o brotes?

Las semillas son la base de la producción agrícola a cualquier escala, uno de esos recursos indispensables para producir plantas sanas, flores hermosas y frutos robustos. De nada servirá tener las condiciones ideales y controlar el resto de los elementos del huerto, si no aseguramos una simiente de excelente calidad.

Otra decisión que deberás tomar cuando comiences a poner en marcha tu huerto urbano, además de elegir qué quieres plantar, es escoger entre semillas o brotes. Si eliges las semillas, verás el proceso de germinación al completo. Es más laborioso y delicado, así que a la hora de hacer trasplantes tendrás que ir con más cuidado. Algunas especies son muy resistentes al trasplante, por ejemplo la lechuga o las coles. Otras plantas como el calabacín, la sandía o el pepino son más sensibles al trasplante y se pueden dañar muy fácilmente las raíces.

Los brotes, por el contrario, son las plantas en su primera fase de vida, así que parte del proceso de germinación te lo ahorras. Simplifica mucho las tareas, aunque se pierde parte de la magia de ver crecer tu cultivo.

Índice

    ¿Cómo comprar una buena semilla?

    Comprar una buena semilla representa una decisión fundamental. La semilla representa el potencial genético de la planta. Ese potencial que encierra la simiente puede ser favorecido o menguado por las condiciones ambientales y por los agentes bióticos (insectos, bacterias, hongos, etc.) y abióticos (temperatura, humedad, calidad del suelo, etc.) que predominen en tu huerto, pero:

    • Al comprar semillas de excelente calidad tendremos más posibilidades de conseguir mejores resultados.
    • Evita comprar sobres o latas que no estén herméticamente sellados.
    • El empaque debe ser resistente para preservar su longevidad y calidad.
    • Además, los sobres son ideales porque así no tendrás demasiados excedentes.

    ¿Semillas o planteles?

    Otra decisión que deberás tomar cuando comiences a poner en marcha tu huerto urbano, además de elegir qué quieres plantar, es escoger entre semillas o brotes (también llamados planteles)

    • Si eliges las semillas, verás el proceso de germinación al completo. Es más laborioso y delicado, así que a la hora de hacer trasplantes tendrás que ir con más cuidado. Algunas especies son muy resistentes al trasplante, por ejemplo la lechuga o las coles. Otras plantas como el calabacín, la sandía o el pepino son más sensibles al trasplante y pueden dañar muy fácilmente las raíces.
    • Los brotes, por el contrario, son las plantas en su primera fase de vida, así que parte del proceso de germinación te lo ahorras. Simplifica mucho las tareas, aunque se pierde parte de la magia de ver crecer tu cultivo.

    Tipos de Semilleros:

    Semilleros portátiles:

    Son aquellos que se pueden trasladar de un lugar a otro según la necesidad; se utilizan para siembras pequeñas y pueden ser construidos en cajones, cajas de madera o de plástico, bolsas de polietileno u otro material fácil de transportar. Sus dimensiones aproximadas son: 50 cm de largo, 35 cm de ancho y 10 cm de profundidad. El cajón debe tener pequeñas perforaciones que permitan el drenaje.

    Semilleros temporales o transitorios:

    Son aquellos que se usan una sola vez o para corta duración, y sus dimensiones aproximadas son: largo de acuerdo a la necesidad, ancho 1,10 m, alto 20 cm.

    Semilleros semipermanentes:

    Son aquellos que se utilizan para variar los cultivos o siembras; no son ni temporales ni fijos; se construyen haciendo un cerco de tablas y ladrillo en los bordes, y sus dimensiones aproximadas son: Largo según la disponibilidad de terreno y material, ancho 1,10 m y alto 20 cm.

    Semilleros permanentes o fijos:

    Son aquellos utilizados en forma permanente; los bordes se construyen con cemento y bloque, el fondo es de grava, para facilitar el drenaje.

    Ahora ya conoces la importancia de seleccionar buenas semillas para garantizar una buena cosecha ¡Manos a la huerta!